“Proust lo dice con claridad: la muerte de los otros es la imposibilidad de obtener una respuesta a preguntas que habríamos debido hacer pero que, visto que las “pospusimos de día en día”, no parecían tan apremiantes, y a las que sabemos ahora que jamás habrá respuestas, por lo cual se vuelven obsesionantes…”

— Didier Eribon, La sociedad como veredicto.