“The boundaries that divide these worlds help define within each of them radically different ways of perceiving what it is possible to be or to become, of perceiving what it is possible to aspire to or not.”

— Didier Eribon, Returning to Reims.


“And so, when you return to the environment from which you came - which you left behind - you are somehow turning back upon yourself, returning to yourself, rediscovering an earlier self that has been both preserved and denied. Suddenly, in circumstances like these, there rises to the surface of your consciousness everything from which you imagined you had freed yourself and yet which you cannot not recognize as part of the structure of your personality - specifically the discomfort that results from belonging to two different worlds, worlds so far separated from each other that they seem irreconcilable, and yet which coexist in everything that you are.”

— Didier Eribon, Returning to Reims

“La presencia denegada del mundo pasado e incansablemente renegado y la presencia afirmada del mundo presente y más o menos escogido.”

— Didier Eribon, La sociedad como veredicto.


“Proust lo dice con claridad: la muerte de los otros es la imposibilidad de obtener una respuesta a preguntas que habríamos debido hacer pero que, visto que las “pospusimos de día en día”, no parecían tan apremiantes, y a las que sabemos ahora que jamás habrá respuestas, por lo cual se vuelven obsesionantes…”

— Didier Eribon, La sociedad como veredicto.


“La lectura es, junto con la amistad, uno de los recursos más eficientes para sobrellevar el dolor de la pérdida. Nos ayuda, en general, a elaborar el duelo por los límites de nuestra vida, los límites de la condición humana.”

— Didier Anzieu, El cuerpo de la obra.

“Escribir es defender la soledad en que se está; es una acción que sólo brota desde un aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento comunicable, en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa concreta se hace posible un descubrimiento de relaciones entre ellas.

Pero es una soledad que necesita ser defendida, que es lo mismo que necesitar de justificación. El escritor defiende su soledad, mostrando lo que en ella y únicamente en ella, encuentra.”

— María Zambrano


“"Come to the edge," he said.
"We can't, we're afraid!" they responded.
"Come to the edge," he said.
"We can't, we will fall!" they responded.
"Come to the edge," he said.
And so they came.
And he pushed them.
And they flew.”

— Guillaume Apollinaire


“... todo auténtico amantes de los libros practica el agradable y edificante placer de leer en la cama... ningún libro se aprecia de verdad hasta que no nos lo llevamos a la cama y soñamos con él.”

— Eugene Field, Los amantes de un bibliómano.


“No ocurre esto, sin embargo, con los libros, porque los libros no cambian. Dentro de mil años serán lo que son hoy, dirán las mismas palabras, expresarán la misma alegría, la misma promesa, el mismo consuelo; siempre constantes, ríen con los que ríen y lloran con los que lloran.”

— Eugene Field, Los amores de un bibliómano.

“J'avance dans une cité dissoute en traînées rousses et ocre, en lambeaux éclatants, comme je saisirais un paysage depuis un train lancé à grande vitesse, d'où les formes s'enlacent, s'étalent et se confondent. Les immeubles coulent sur ciel, tantôt en chutes sombres d'un gris de béton, tantôt en éruptions incandescentes lorsque le soleil du soir, à l'heure où je quitte la chambre, tend dans les rues une toile de lumière rase et les rues elles-mêmes commencent de se mouvoir pour mieux me perdre et me confondre.”

— Jean-Baptiste Del Amo, Pornographia.

“Mrs. Charteris used to say that if we spent our spare time growing flowers instead of talking a lot of nonsense, the world would be a happier place...”

— Reginald Arkell, Old Herbaceous: A Novel of the Garden.

“JAN: No es usted muy justa. Porque también tienen ustedes el otoño.

MARTA: ¿Qué es el otoño?”

”LA MADRE: Dentro de un momento. Sólo un momento. Sí, un momento más. Entretanto, al menos, todavía es posible la felicidad.

MARTA: La felicidad será posible después. No antes.”

— Albert Camus, El malentendido.


“…quería dejar el libro, que se me figuraba tener aún entre las manos, y apagar de un soplo la luz; durante mi sueño no había cesado de reflexionar sobre lo recién leído, pero era muy particular el tono que tomaban esas reflexiones, porque me parecía que yo pasaba a convertirme en el tema de la obra…

Está figuración me duraba aún nos segundos después de haberme despertado: no repugnaba a mi razón, pero gravitaba como unas escamas sobre los ojos sin dejarlos darse cuenta que la vela ya no estaba encendida.”

— Proust, En busca del tiempo perdido